Consideraciones

30.11.2013 16:23

Hugo Obiglio, director del Instituto de Ética Biomédica de la Universidad Católica y miembro de la Academia por la Vida del Vaticano, perteneciente a la postura personalista, opinó:

"El hombre, en su deseo de omnipotencia, iría a la búsqueda de la réplica de individuos dotados de ingenio y belleza excepcionales. Es el dominio de unos pocos sobre la totalidad de una humanidad programada. El embrión, aún en su estadio inicial, es un hombre y cosificarlo —manipularlo— no sólo pone en peligro su vida sino que lesiona su dignidad e integridad personal. Usar la clonación como recurso terapéutico no se justifica".

Un motivo con el que se busca justificar la clonación humana es la reproducción para personas con patologías hereditarias, o bien esterilidad radicalmente incurable.

Otra opinión acerca del tema es la que dio el Comité Nacional de Bioética de Italia, el cual no dudó en afirmar que en la no admisibilidad moral de la clonación de seres  humanos el consenso fue unánime. Ésta prohibición ética, opinaron, debía ser también jurídicamente sancionada, debido a que “no se trata de un simple problema de moral privada, porque el ataque a la integridad de la individualidad humana que la clonación humana comporta es un problema de ética pública de gran trascendencia, también pensando en las consecuencias sociales que esa práctica inevitablemente conlleva si se establece”.

En primer lugar se presentó “el respeto a la identidad individual”, esto implicó que nadie tendría derecho a decidir lo que otro debiera ser, como ocurriría con la clonación. Y también se tuvo en cuenta el respeto a la dignidad humana.

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